Analizan expertos la creación artística

1.6.12

Ara Pacis


Ara Pacis

Este templo, realizado en mármol blanco de Carrara, fue construido entre el 13 y el 9 a.C. por mandato levantar del Senado para dar gracias por la vuelta victoriosa a Roma del emperador Augusto tras la pacificación de las Galias e Hispania. Está dedicado a la diosa de la Paz. Lo más interesante son los relieves que aparecen en todas sus caras. Unos relieves son de tipo decorativo con guirnaldas, bucráneos, candelieri, roleos de acanto y grecas. Otros relieves son figurativos. En ellos hay representaedas dos alegorías y dos procesiones.
Relieve exterior (detalle)
Lo más destacado de la decoración es el relieve histórico que rodea al edificio por el exterior. En dos de los lados se labra la procesión del emperador Augusto, con su familia, amigos, magistrados y senadores. Recibe la clara influencia del friso de las Panateneas realizado por el escultor griego Fidias en el Partenón de Atenas. Pero aquí hay más claridad, más orden en la composición. Presenta una galería de retratos históricos. Y mediante alto, medio y bajorrelieves, da profundidad a la escena del friso. Las variedad de miradas, de frente, de perfil, de tres cuartos, da verosimilitud a los personajes y a la escena. Tenemos una obra en la que confluyen la influencia griega y el realismo y sobriedad romanos, lo que hace de la escultura romana algo original.
Accede al Museo dell'Ara Pacis y amplía en observatorio

“Las tres primeras placas, muy incompletas, estaban ocupadas por los doce lictores que acompañaban a Augusto a todas partes. La cabeza de Augusto, velada, se encuentra en el límite de las placas 3 y 4, mirando a la izquierda y extendiendo el brazo derecho probablemente hacia una arqueta de incienso que le ofrecía un acólito. A su espalda un magistrado no identificado. Detrás, en primer plano, los tres flámines maiores con el gorro de cuero. Con ellos, pero en segundo plano, otro sacerdote con aspecto mayor. Era Sexto. Apuleyo, cuñado del Emperador. El joven que está a su izquierda lleva la varita que llevaban los flámines cuando se dirigían al sacrificio. Lo sigue un joven con la cabeza velada y un hacha sacrificial al hombro. Al portador del hacha lo sigue Agripa, con la cabeza velada, quizá como Pontífex Maximus. Lo acompaña un niño que lo coge de la toga, quizá un príncipe oriental a juzgar `por su melena y por el aro que la ciñe. La mujer que está detrás le apoya una mano en la cabeza y la elegante señora que la sigue en primer plano es Livia,. Coronada de laurel, como Augusto. Escolta a la emperatriz el mayor de sus hijos, Tiberio, a quien siguen, en primer plano Antonia Minor, la hija de Octavia y marco Antonio, y su marido Druso. Entre ellos se encuentra su hijo Germánico, de dos años entonces. 
BLANCO FREJEIRO,A : Roma imperial. En Historia del Arte. Vol 13. Historia 16. Madrid 1989, pág 132-133

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