Relieve con la Duda de santo Tomás en un machón del claustro bajo de Santo Domingo de Silos (Burgos). Románico siglo XI |
Este relieve románico, bastante plano y realizado en piedra se encuentra en un machón del piso bajo del claustro de santo Domingo de Silos. Fue realizado en las últimas décadas del siglo XI.
Las figuras están bajo un arco de medio punto colocado sobre unas columnas de fuste muy delgado. Están rematadas, sobre un capitel corintio, con una edificación que representa una fortaleza en la que se aprecian torres. Encima del arco hay cuatro ángeles que celebran con cantos la resurrección del Señor.
La escena representa la duda del apóstol Tomás ante la resurrección de Cristo. En el evangelio de san Juan 20, 24 y ss se lee que Tomás dice, ante el comentario de sus compañeros que dicen haber visto a Jesús resucitado: "Si no veo las señales dejadas en sus manos por los clavos y meto mi dedo en ellas; si no meto mi mano en la herida abierta en su costado, no lo creeré". A los ocho días, estando todos reunidos, se aparece de nuevo Jesús y llama a Tomás y le dice: "Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado...". Este es el momento preciso que se recoge en la escena.
Las características del relieve son las propias de la escultura románica. Según la ley románica de adecuación al marco, apenas si hay elementos que sobrepasen el espacio del arco. Las figuras de los apóstoles llevan un nimbo en la cabeza en el que está escrito su nombre. Sin embargo, la figura de Cristo lleva un nimbo crucífero.
Cristo es la figura de mayor tamaño como corresponde a su dignidad. La perspectiva que se utiliza en el románico se consigue colocando unas figuras encima de otras, ocupando todo el espacio disponible. Las manos, las piernas y los pies están acomodados al plano, no indican profundidad; lo mismo se observa en los nimbos. Los pliegues de los vestidos son geométricos. La actitud de las figuras hieráticas e inexpresivas ante un suceso que hubiera provocado cierto estupor en los presentes. No hay ninguna comunicación entre los asistentes a la escena, algo que también hubiera sido normal.
El claustro es una dependencia adosada a la iglesia del monasterio y a él se abren las diversas dependencias monacales, pues la vida de la comunidad se articula y organiza alrededor de este lugar. El claustro es el lugar a propósito para que el monje pueda dedicarse a la contemplación "física", a pasear, reflexionar, rezar o descansar.
La presencia de cualquier tema en un claustro forma parte de un programa iconográfico más general en el que se esculpen escenas de la muerte y resurrección de Cristo. Este tema en concreto indica al monje que lo contempla, o al visitante de hoy, la importancia de la fe. No tiene, por tanto, una finalidad decorativa, que sí se aprecia, sino fundamentalmente una función didáctica y ejemplarizante para el monje que pase por delante de él.
En observatorio.
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