Las obras de Piero della Francesca han sido calificadas como "frías", "hieráticas" e "impersonales". Serán historiadores como Berenson y Hérubel quienes consideraron que su pintura muestra una "dimensión metafísica" y procuraron su recuperación para la historia del arte.
Esta escena representa el momento previo al despertar de su sueño de Constantino. El ángel que aparece en la esquina superior izquierda en un espectacular efecto de contraluz señala la figura de Constantino que dormita en su tienda. La luz es la verdadera protagonista de la escena. Una luz que crea un efecto volumétrico cónico que hace resaltar la cama del emperador y esconde el rostro de los guardianes y sirvientes que lo guardan, salvo el que de manera inusual nos mira directamente.
Pocas pinturas nos muestran una escena nocturna tan intensa.
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