Recordado como el último pintor italiano de estilo bizantino, Cenni di Pepo, conocido como Cimabue es considerado el artista que abrió las puertas al naturalismo en la pintura de principios del Renacimiento. El gran biógrafo de los artistas, Giorgio Vasari (1511-1574) lo considera el fundador de la pintura italiana, y abre su obra Las Vidas (1550), con un capítulo dedicado precisamente a Cimabue.
La propensión de Cimabue hacia el naturalismo comenzó temprano. Vasari escribe que en su juventud en vez de dedicarse a los estudios literarios, Cimabue, como inspirado por su propia naturaleza, pasaba días enteros a diseñar hombres, casas y otros elementos de fantasía, en hojas y cuadernos. En su biografía, Vasari introduce detalles de fantasía, y muchos elementos han sido desmentidos por los críticos modernos, pero es cierto que el artista hizo más humano el estilo bizantino en su etapa final.
Cimabue se encuentra en la Divina Comedia de Dante, en el Purgatorio, donde leemos que él se consideraba un maestro entre los pintores, y que Giotto le robó la gloria y lo condenó al olvido. El poeta se refiere a la leyenda que Cimabue perdió su primacía entre los pintores italianos, eclipsado por el prodigioso Giotto di Bondone (1267-1337). Vasari dice que Cimabue descubrió el joven Giotto pintando una oveja de su rebaño utilizando un trozo de roca sobre una piedra lisa. Cimabue fue tan impresionado por el talento de Giotto que convenció al padre del muchacho a hacerle realizar un aprendizaje en Florencia. Una vez más, la fantasía de Vasari podría haber dicho más de la realidad.
Sin embargo, Cimabue fue un artista importante, en Florencia y Roma, y sus famosos frescos, aún si han sufrido daños graves en el tiempo, siempre han sido muy populares. Entre estos, la Crucifixión y la Deposición para la basílica de san Francesco de Asís, la iglesia franciscana más importante de Asís. Posteriormente realizó otro fresco, la Virgen con san Francesco, para la basílica inferior. Una de sus obras más valiosas es la Virgen de Santa Trinidad, originalmente en la iglesia de Santa Trinidad en Florencia y ahora en la Galería de los Uffizi. A lo largo de la historia, y en parte todavía, muchas obras de Cimabue han sido confundidas con las del artista de Siena Duccio (1255-1319) y atribuidas a él.
En 2000, algunos curadores de Londres y New York han demostrado que dos obras similares, la Flagelación y la Virgen con el Niño, son originales de Cimabue, probablemente de 1280. Estos datos ayudan a distinguir la obra de Cimabue de la de Duccio, quien en ese tiempo probablemente había sido un rival.
Durante un tiempo su mosaico, San Juan Bautista, era considerado el único Cimabue original y sobreviviente. Es el único su mosaico documentado, realizado en 1301 para la Ópera del Duomo de Pisa. Fue atribuido a Cenni di Pepo, artista conocido también como Bencivieni di Pepo o Benvenuto di Giuseppe.
Texto de http://www.virtualuffizi.com/es/cimabue.html