Analizan expertos la creación artística

4.11.11

Texto complementario sobre el edificio gótico


LUMINOSIDAD Y RELACIÓN ENTRE ESTRUCTURAY APARIENCIA EN EL EDIFICIO GÓTICO.
... Hay dos aspectos de la arquitectura gótica que carecen de precedente y de paralelo: la utilización de la luz y una relación original entre la estructura y la apariencia.
Por utilización de la luz entiendo más específicamente su relación con la sustancia material de los muros. En una iglesia románica, la luz es algo que se distingue de la sustancia pesada, sombría y tangible de los muros y que contrasta con ella. En el gótico, el muro da la impresión de que fuera poroso: la luz se filtra a través de él, penetrándolo, fundiéndose con él, transfigurándolo. (...)Las vidrieras del gótico sustituyen a los muros vivamente coloreados de la arquitectura románica: estructuralmente no son, como tampoco estéticamente, vanos abiertos en el muro para permitir que pase la luz sino muros transparentes,(...) La luz, que normalmente se ve ocultada por la materia, es aquí el principio activo;...
En este decisivo aspecto, por lo tanto, es en el que se puede considerar al gótico como el estilo de una arquitectura transparente y diáfana. (...) Ningún segmento del espacio interior podía permanecer en la oscuridad, sin ser definido por la luz.(...) Al final del proceso parecen un fino revestimiento que rodea la nave central y la cabecera mientras las ventanas vistas desde el interior, pierden sus límites de definición como si se fusionaran, vertical y horizontalmente en una esfera continua de luz, en una zona de contraste luminoso detrás de todas las formas tangibles del sistema arquitectónico.
... Para los siglos XII y XIII, la luz era la fuente y la esencia de toda belleza visual. (...) Por poseer luminosidad se consideran hermosas a las estrellas, al oro y a las piedras preciosas. En la literatura filosófica de la época y también en la épica cortesana los términos "lúcido", "luminoso" y "claro" son los adjetivos que se utilizan con más frecuencia para describir la belleza visual. Esta preferencia estética se ve intensamente reflejada en las artes decorativas de la época, que se deleitan en la vistosidad de objetos relucientes materiales brillantes y superficies pulidas. La aparición de la vidriera, movida por la asombrosa idea de sustituir los muros opacos por otros transparentes, refleja este mismo gusto.(...) Para el pensador medieval la belleza no era un valor independiente de los demás sino más bien el resplandor de la verdad, el brillo que despide la perfección ontológica, y esa cualidad de las cosas que indica que tienen su origen en Dios.(...)
Según la metafísica platónica de la Edad Media la luz es el más noble de los fenómenos naturales, el menos material, el que se acerca más a la forma pura. (...)...) La luz es, además, el principio creativo de todas las cosas y es especialmente activa en las esferas celestiales... Según los pensadores medievales la luz es el principio del orden y del valor. El valor objetivo de una cosa se halla determinado por el grado en que participa de la luz.
El segundo rasgo sobresaliente del gótico es la nueva relación que se establece entre función y forma, entre estructura y apariencia. En la arquitectura románica o en la bizantina la estructura es un medio necesario pero invisible para llegar a un fin artístico y se halla escondida tras una ornamentación de pinturas o estucos. Y muchas veces todo el edificio no es, de hecho, más que un andamiaje para exhibir grandes frescos o mosaicos.(...) De la arquitectura gótica puede decirse exactamente lo contrario. La decoración se halla en ella subordinada al dibujo que forman los elementos estructurales, los nervios de las bóvedas y los fustes sustentantes, y el sistema estético se halla determinado por ellos. (...)
En la arquitectura gótica, por otra parte, la estructura del edificio adquiere una dignidad estética desconocida hasta entonces. La maravillosa precisión, por ejemplo, con que se cortaban todos los bloques y se colocaban en la bóveda gótica -sin dejar juntas irregulares que hubiera que ocultar- sugiere no sólo una técnica de ejecución perfecta (...) sino también un gusto nuevo y un aprecio del sistema tectónico,...
... Hasta la forma de los elementos inequívocamente estructurales del gótico se ve deliberadamente modificada muchas veces a expensas de la eficacia funcional, por conseguir un cierto efecto visual. De este modo nunca se deja ver el macizo espesor de muros y pilares ... producen la ilusión de no de un muro, sino de una superficie delgada como una membrana. También en los soportes su verdadero volumen se esconde como si se desintegrase en ellos, tras haces de frágiles y altísimos fustes.
Y sin embargo, no podemos entrar en una iglesia gótica sin experimentar la sensación de que todos los elementos visibles de ese gran sistema tienen una función que cumplir. No hay muros, sólo soportes; la masa y la carga de la bóveda parecen haberse contraído en la vigorosa red de nervios(...) Los valores estéticos de la arquitectura gótica son en un grado sorprendente, valores lineales. Los volúmenes se ven reducidos a líneas... Puede demostrarse de hecho cómo el nervio fue precedido y preparado por la tendencia del arquitecto a entender y dirigir los ángulos de una bóveda de arista, no como la conjunción de superficies curvas sino como intersección de líneas rectas. ...la bóveda de crucería es, así, en gran medida no la causa sino el producto del grafismo geométrico de la traza gótica.
... el gótico es, en verdad, funcionalista especialmente si lo comparamos con el románico.(...). La iglesia es, mística y litúrgicamente una imagen del cielo. (...) Tales imágenes sugieren el motivo espiritual del antifuncioanlismo del arte románico y bizantinos la experiencia mística que los frescos o los mosaicos van a ayudar a suscitar en los fieles es una experiencia que, categóricamente no pertenece a este mundo la visión celestial allí representada va a hacernos olvidar que nos hallamos en un edificio de piedra y mortero. Estas grandes evocaciones pictóricas de la significación mística del edificio de la iglesia no tienen ya sitio en el templo gótico. En el interior de las catedrales... las imágenes ocupan, ahora un lugar menos destacado.(...)
SIMSON, Otto von.- "La catedral gótica".- Alianza forma. Madrid. 1982 (2ª). págs. 25-42.

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