Analizan expertos la creación artística

22.12.11

Van Eyck y el óleo

El naturalismo presente en las obras de Jan van Eyck, principio que impone que la pintura debe imitar a la naturaleza, impulsa otras novedades como la sustitución del fresco sobre el muro o el retablo de altar por el cuadro, el empleo del caballete que permite trabajar en la tabla en vertical, el marco pasa de ser un mero adorno a convertirse en una moldura que enmarca la realidad como en una ventana, y por último la invención del óleo, que lo cambiará todo.
Archivo:Eyck madonna rolin.jpg
La Virgen del canciller Rolin (1435), Jan van Eyck, óleo sobre tabla, 66x62cm, Louvre, París.


El óleo amplia la gama de colores, los hace más brillantes, admite esfumatos entre distintos tonos y seca más rápido, permitiendo la yuxtaposición de muchos tonos y haciendo posible la representación de milimétricos detalles.

Al poder aplicarse la pasta con finos pinceles, espátulas e incluso los dedos, pudieron graduar su consistencia creando tanto veladuras y transparencias como espesos grumos que aportan relieve.

Detalle.
Suele atribuirse su invención a Van Eyck ya que, aunque es probable que se empleara con anterioridad, fue quien alcanzó la destreza y finura necesarias para realizar esas veladuras. 


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