Analizan expertos la creación artística

9.2.12

Luz simbólica de Rembrandt


Anciana leyendo, Rembrandt (1631), óleo sobre tela 60x48cm, Rijksmuseum, Amsterdam.


Gracias a la luz suave, procedente de un foco superior izquierdo, que baña el cuerpo con un halo dorado, la anciana y el espacio parecen hechos de la misma materia. Todos los demás elementos dependen de esa misma luz: el preciosismo de la toca, el potente rojo del manto...

¡Qué distinto claroscuro el suyo del de Caravaggio! Frente a los contrastes afilados entre luz y sombra del italiano, elige la penumbra y las transiciones suaves, la luz tamizada que unifica el espacio en lugar de descomponerlo. Nada de la teatralidad de Caravaggio, la luz de Rembrandt sugiere una gran intensidad emocional.


Ante la exigencia de la iglesia luterana de la lectura individual de la biblia, en especial en la educación femenina, Rembrandt nos muestra una lectora solitaria, en íntimo proceso y meditación. Toma como modelos a sus propios padres. La vejez, junto al exotismo y la fealdad fueron algunas de sus grandes preocupaciones.


Es reseñable la importancia que recibe la mano de la mujer, mano que le otorga más personalidad que el propio rostro, apenas velado. Mano que centra la composición y atrapa una luz  de gran valor simbólico

No hay comentarios:

Publicar un comentario